Objetivo: Investigaciones previas han sugerido que tanto el litio como la buspirona podrían disminuir el deseo de beber de los alcohólicos así como reducir las cantidades de alcohol consumido.

El propósito de este estudio era comparar el litio y la buspirona en monoterapia con placebo en los resultados de abstinencia, la cantidad de alcohol consumida, la retención en el tratamiento y la cumplimentación y los efectos secundarios de la medicación.

Métodos: Realizamos un ensayo clínico aleatorizado, doble-ciego, con un grupo paralelo de tres brazos que comparaba litio y buspirona con placebo en 156 hombres dependientes del alcohol.

Resultados: Las tasas de retención en el estudio para los tres grupos de tratamiento a los 3 y 6 meses fueron respectivamente de un 61% y un 46% para el litio, de un 44% y un 27% para la buspirona y de un 52% y un 38% para el placebo (p = NS para 3 y 6 meses).

En total, las tasas de abstinencia fueron del 28% y del 19% a los 3 y 6 meses respectivamente.

Sin embargo, las cantidades medias de alcohol consumido y el porcentaje de días de bebida decrecieron significativamente (p<0.0001) a lo largo del tiempo en todos los grupo de tratamiento.

Solo se vio una mejora diferencial en el decremento de la cantidad consumida en el grupo de buspirona, comparado con el grupo placebo, pero solo a nivel de tendencia (p = 0.07).

Según el recuento de pastillas la cumplimentación no difirió significativamente entre los grupo de tratamiento.

Conclusión: Estos resultados no apoyan la hipótesis de que tanto el litio como la buspirona comparados con placebo, producen reducciones diferenciales en el consumo de alcohol.

Los resultados sugieren la necesidad de mejorar la retención en el tratamiento para maximizar los resultados.

Palabras clave: Alcoholismo, Psicofarmacoterapia, Litio, Buspirona, Depresión.

Un objetivo principal de la investigación farmacológica en el tratamiento del alcoholismo es desarrollar intervenciones eficaces y seguras para incrementar la abstinencia prolongada durante y tras el tratamiento y disminuir la recaída en la bebida.

Un número creciente de agentes parecen prometedores en relación con su capacidad para afectar el consumo de alcohol, tal como evidencia la incremental cantidad de literatura sobre farmacoterapias para la dependencia del alcohol publicados particularmente en los últimos 5 años (Anton, 1996; Garbutt y col., 1999; Gorelick 1993; Litten y Allen, 1993) Moncrieff y Drummond, 1997; Sass y col., 1996; Schaffer y Naranjo, 1998).