En este segundo trimestre reunimos 3 artículos extensos que nos permiten profundizar en diferentes aspectos de la drogadicción relacionadas con la mujer y su especificidad, en otro reivindicar al profesional/la profesional de enfermería y al que participa en intervenciones en crisis familiares en primera línea de la toxicomanía, desde el barrio, la escuela y/o otras entidades que detectan los problemas y ayudan a su resolución, desde servicios prácticos eficaces y muchas veces extrahospitalarios integrados de forma específica en la red asistencial sanitaria.

Creemos que todo ello es una declaración de principios, una vez más de RET Revista de Toxicomanías, en la que reivindicamos como siempre la intervención psicoterapéutica tecnológicamente avanzada, desde el interviniente sanitario formado, teniendo en cuenta la individualización de cada problema y sus diferentes ángulos.

Hoy hablamos de la mujer, de la depresión, del virus HIV, del diagnóstico dual, de las crisis familiares y la entrevista familiar, todo un compendio de toxicomanía pura y real donde la intervención psicoterapéutica con mayúsculas, sin necesidad de derivados opiáceos, etc., sostiene el peso de la intervención eficaz.

Cuando editamos el artículo sobre Características de la comorbilidad PTSD y abuso de alcohol en mujeres, coincide con la reciente aparición en la prensa general de unas estadísticas en España que dicen que 1 de cada 5 mujeres en nuestro país habían padecido abusos sexuales. 

Esas cifras tan importantes, no son nuevas en nuestra experiencia para los que trabajamos en toxicomanías, y quizás más en programas libres de drogas.

El diagnóstico dual es un factor casi general en nuestras experiencias clínicas cotidianas. 

La correlación entre drogadicción en personas que han sido expuestas a sucesos traumáticos que muestran sintomatología de estrés postraumático es evidente.