Cuando aparece el número tres de la revista, presentamos una serie de artículos para que os inspiren antes de las merecidas vacaciones. 

Decimos antes, ya que no recomendamos el incluir su lectura en vacaciones, el workholic o dependiente al trabajo es una forma como bien sabéis de patología también entre terapeutas motivados que desaconsejamos vehemente desde aquí. 

Uno de los criterios diagnósticos sería la lectura de RET, con lo que podéis utilizar la revista como instrumento de autoevaluación.

En el contenido de este número, hacemos hincapié en los aspectos multidiagnósticos en el paciente adicto. 

Dedicamos diferentes artículos con esta concepción no reduccionista del individuo que consume drogas y también padece otros transtornos de base, que deben ser abordados en profundidad y tenerlos en cuenta.

En el artículo sobre la formación de profesionales en general en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con diagnóstico dual incidimos en la importancia terapéutica que requiere el tratamiento simultáneo de los múltiples transtornos mentales asociados a las toxicomanías. 

Contrario a la creencia de los que opinan que la toxicomanía es un problema al margen del resto de la problemática de la salud mental, el estudio nos muestra los déficits que se producen en él y que dejan escapar tratamientos combinados. 

Los programas y actividades realizadas en las facultades de medicina, programas master en drogodependencias, así como en seminarios en colegios profesionales e instituciones en general, pueden proporcionar la oportunidad de manejar y realizar entrenamientos cruzados incluyendo la farmacoterapia, psicoterapia, abstinencia del alcohol y las drogas, teniendo en cuenta la prevalencia estadisticamente constatable de diferentes transtornos asociados.

El tratamiento en equipo entre los diferentes profesionales y paraprofesionales de la salud mental proporciona cooperación, entendimiento y respeto mutuo. 

En este contexto y abundando en esta idea del diagnóstico dual, se incluye una nota de un estudio de factores de personalidad de riesgo en el abuso de la cocaína, en el que se evalúa el papel de la personalidad en su abuso y la incidencia de los rasgos narcisistas como factor de riesgo. 

Éste nos permitirá abrir un debate entre los sociólogos sobre su incidencia en la generación llamada X, con su característica baja tolerancia a las frustraciones, o los aspectos más narcisistas de la sociedad actual, en el mundo de la imagen, arquetipos, etcétera. 

Nosotros no vamos a caer en esa tentación, que no nos corresponde, ya que únicamente queremos centrarnos en el individuo uno a uno y sus transtornos mentales derivados o previos a su toxicomanía, y en su capacidad para resolver esos problemas mediante diagnóstico, abordaje individualizado y la ayuda del profesional necesaria en cada caso concreto a través de alternativas positivas.