Entrevista a Yolanda Costa Besa

Directora Terapéutica de CAT BARCELONA,

Psicóloga especialista en TREC, EMDR, DBT, TBE

El trastorno límite de la personalidad (TLP) es uno de los retos más complejos con el que, con frecuencia, nos encontramos los clínicos.

Es un trastorno en el que se destaca una alta disfunción en la regulación emocional, viéndose afectadas áreas como la cognición, la afectividad, la actividad interpersonal o el control de los impulsos. Aunque en esencia, es una inestabilidad persistente que altera todas las dimensiones de la vida.

¿Dónde está la línea divisoria entre la inestabilidad propia de la adolescencia y un TLP?

¿Cómo diagnosticarlo adecuadamente?

Y, lo más difícil: ¿Cómo abordarlo?

¿CÓMO PODEMOS DIFERENCIAR LA INESTABILIDAD PROPIA DE LA ADOLESCENCIA Y UN TLP?

El TLP es resultado de una disfunción en la regulación emocional, producto de la combinación de aspectos biológicos y ambientales. Se trata de un analfabetismo emocional.

En algunos casos, estas dificultades se trasladan a comportamientos recurrentes de automutilación o suicidio, pensamientos y actitudes ambivalentes hacia los demás y hacia uno mismo, intenso vacío y relaciones caóticas.

Si solo atendemos por separado a alguna de las características propias de este trastorno, fácilmente puede confundirse con una etapa difícil del adolescente. Es por ello que conviene confiar en un especialista.

Si los síntomas se mantienen de forma intensa durante un tiempo y se evalúan todos los criterios, el diagnóstico se nos muestra claro. Además, la adolescencia es la mejor edad para detectar clínicamente dicha patología ya que en la edad adulta se atenúan sus manifestaciones.

¿EL TRASTORNI LÍMITE DE LA PERSONALIDAD, SE CONSIDERA UNA ENFERMEDAD CRÓNICA?

Aunque el TLP ha sido visto históricamente como una condición crónica con un pronóstico desfavorable, la investigación acumulada en las últimas décadas ha dibujado una imagen esperanzadora.

Actualmente, se están utilizando tratamientos psicológicos especializados con muy buen resultado. Y, a pesar de existir alta controversia en la detección del TLP en la adolescencia, su identificación y tratamiento precoz puede reducir su cronicidad y sus resultados adversos.

En cuanto a su mejoría, se centra en conseguir una importante disminución de la intensidad de los síntomas y de la interferencia que estos puedan tener en las diferentes áreas de la vida, llegando así a una mayor estabilidad y autonomía.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO PSICOLÓGICVO Y FARMACOLÓGICO RECOMENDADO PARA EL TLP?

Según las pautas del NICE (Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica), se establece que para el tratamiento del TLP no deben utilizarse intervenciones psicológicas breves y, en casos más graves, requiere de un programa integral.

Actualmente, existen un número elevado de psicoterapias especializadas (TBM, PFT, TFE), entre ellas destacamos la DBT (Dialectical Behaviour Theraphy), un tratamiento eficaz basado en la evidencia, creado por Marsha Linehan.

Su aportación en la terapia ha contribuido a una reducción significativa de conductas suicidas y para suicidas, entre otras conductas desafiantes. La DBT se centra en una perspectiva dialéctica y contextual que equilibra estrategias de aceptación y cambio para conseguir mejoras.

Por otro lado, el TLP es un trastorno que presenta alta comorbilidad con otros trastornos mentales, sobre todo: consumo de sustancias, trastorno en la conducta alimentaria, así como estrés postraumático y depresión.

Esta situación, que denominamos patología dual, hace que el manejo clínico sea más complejo y hace necesario aplicar diferentes abordajes según se requiera.

En cuanto al tratamiento farmacológico, todavía son escasos los ensayos clínicos en estos pacientes, pero se recomienda su uso en caso de crisis, y se proponen estabilizadores del estado de ánimo.

Respecto a las comorbilidades se considera el tratamiento farmacológico que correspondería en cada caso.

¿CÓMO AYUDA CAT-BARCELONA A TRATAR EL DIANGNÓSTICO?

Cómo he indicado anteriormente, se trata de un auténtico reto. Pero nos avalan: más de 30 años de experiencia, un amplio y cualificado equipo terapéutico y un elaborado programa integral que diseña a medida el abordaje más adecuado en cada caso, de forma individualizada.

Disponemos de programas residenciales para aquellos casos que requieran un espacio seguro para avanzar en su proceso, también programas de día, tarde, y ambulatorios.

En la intervención que aplicamos siempre se tiene en cuenta el entorno familiar y los profesionales de referencia, facilitando así la evolución del paciente. Y teniendo en cuenta que el trabajo curativo es mucho más que un puro modelo terapéutico, en este aspecto utilizamos herramientas de la TREC (Terapia Racional-emotiva-conductual) motor de la filosofía optimista de CATBarcelona.

También aplicamos según conveniencia otras técnicas y terapia como: EMDR, Mindfulness, y en el caso del TLP la ya indicada DBT. La buena noticia es que los resultados, una vez adquiridas las herramientas necesarias, son para toda la vida.