Romper el círculo vicioso de la ansiedad
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Romper el círculo vicioso de la ansiedad
Durante más de diez años he trabajado como psicólogo consejero.
Uno de los problemas más frecuentes que la gente me consulta es la ansiedad cuando el origen de dicha ansiedad no es claro para ellos.
Cuando la gente está ansiosa por pensamientos específicos, como los perros, arañas u otras reacciones negativas, entonces por lo menos la persona conoce de qué siente ansiedad.
Sin embargo, mucha gente se siente ansiosa por estar ansiosa y esto es tan común y tan frecuentemente mal interpretado que esta ausencia de conocimiento conduce a más ansiedad.
La ansiedad a la ansiedad ocurre cuando se experimenta primero una reacción de temor, por ejemplo, mientras se está comprando, en un ascensor, conduciendo un coche o incluso en casa.
Habiendo experimentado esta ansiedad (problema 1) se empieza a estar ansioso por si vuelve la ansiedad (problema 2).
Esta situación de doblecírculo es el caldo de cultivo para el desarrollo del círculo vicioso de ansiedad del que se cree tan difícil escapar.
Comprender este proceso es el primer paso para resolver el problema. Vamos a explicar este círculo vicioso con mayor detalle.
Una vez que se ha experimentado ansiedad “sin razón justificada,” la persona adopta una actitud ansiosa ante la perspectiva de sentirse ansiosa.
Cree algo como: “Si me siento ansioso será terrible”.
Pensar de esta manera conduce a la ansiedad.
Entonces la persona advierte su ansiedad y cree algo como: “Oh Dios mío, me estoy poniendo nervioso”.
Esto le lleva a una mayor ansiedad, lo cual dispara más pensamientos como: “Oh Dios mío, estoy perdiendo el control. ¿qué pasará si me desmayo (o tengo un ataque de pánico, un infarto o me comporto como un loco)?; ¡sería terrible!”.
La ansiedad aumenta de nuevo lo cual conduce a más “pensamientos” ansiosos y así consecutivamente.
Ahora este patrón ocurre increíblemente rápido y probablemente la persona únicamente es consciente de la sensación de pánico.
Además, puede que sea una de las muchas personas que “sobre-respira” (hiperventila) cuando está nerviosa.
Esto significa que toma demasiado oxígeno y, paradójicamente, siente que necesita inspirar más aire, mientras que realmente necesita menos.
“Sobre-respirar” provoca sensaciones como hormigueos, desmayo, inestabilidad y palpitaciones del corazón.
Sin conocer esta información, la persona puede considerar que estas sensaciones son la evidencia de que realmente algo en su cuerpo funciona mal y que “será horrible”.
Este pensamiento le provoca más ansiedad y el círculo vicioso continúa.
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