Los jóvenes de hoy en día tienen que hacer frente a más estrés y se convierten en adultos antes que sus predecesores. 

Este estrés aparece en un momento en que los adolescentes tienen un acceso sin precedente a la oferta de Internet, coches rápidos, drogas rápidas, sexo fácil, comunicación vía móvil o beeper; una increíble cantidad de información al azar que se consigue con un simple click del ratón, y un desconcertante abanico de opciones, sin que estén los padres para poder contar con ellos, sin ayuda, sin guía autoritaria y sin información precisa. 

El bajo nivel de ayuda recibida por parte de los padres está causado, en parte, por la fragmentación familiar, reflejada en los altos índices de divorcio, lo que significa que entre el 40% y el 50% de los adolescentes viven en hogares monoparentales.

Haciendo frente a los retos con que se encuentran los jóvenes de hoy, los pediatras tienen que dirigir y prevenir a los adolescentes en cuestiones de salud en edades cada vez más cortas, es decir, reciben directrices pensadas en un principio, y de una manera predominante, para los adultos. 

Un problema de este tipo es el del consumo de substancias, cuyo inicio puede marcarse entre los 9 y los 10 años de edad. 

Tratar el abuso de substancias en los jóvenes supone un reto además de una oportunidad, y es ahí donde los médicos tienen que preocuparse (doctors ought to care, DOC) por el asesoramiento que se da al adolescente en cuanto a consumo y abuso de substancias: 

– Los datos recogidos muestran tendencias a la vez descorazonadoras y alentadoras.

– La investigación ha hecho que haya más herramientas de asesoramiento efectivas a disposición de los médicos.

– La investigación en los campos neurobiológico y neuromolecular ha experimentado un rápido avance, lo que ha permitido ofrecer a los médicos más opciones terapéuticas basadas en pruebas científicas.

– El asesoramiento anual para dejar de fumar es una referencia de la atención sanitaria en el indicador HEDIS (Conjunto de datos e información sobre el seguro de salud del empleador) junto con otros indicadores, como la conclusión oportuna de inmunizaciones en los adolescentes, los frotis de Papanicolaou anuales o los tests para identificar la clamidia en adolescentes con riesgo.

– Los tratamientos contra el abuso de substancias pueden ser proporcionados por cualquier médico, y serán reembolsados por el Programa de Exámenes Tempranos y Periódicos de Diagnóstico y Tratamiento (EPSDT).

– Desde el ámbito federal, a finales del siglo pasado se logró un gran éxito en cuanto a la legislación relativa al tabaquismo y a la disminución de la concentración de alcohol en la sangre en los conductores (que es del 0,08% en algunos estados) y la “tolerancia cero” para los conductores jóvenes.