Este estudio analiza la abstención de las polidrogas (cocaína más heroína) entre participantes que toman buprenorfina dentro de las 12 semanas de la terapia de refuerzo a base de incentivos (VBRT, del inglés voucher-based reinforcement therapy) en oposición a un control bajo vigilancia.

Los niveles base del consumo de cocaína y heroína son predictores significativos del resultado del tratamiento, a pesar de la tarea del tratamiento en sí. En general no hubo ningún grupo importante de diferencias en cuanto a los resultados del tratamiento.

Sin embargo, entre la muestra se produjo uno o más resultados de tests de orina voluntarios, donde algunos participantes del VBRT habían aumentado significativamente su nivel de abstinencia a la cocaína; pero no el de la abstinencia a la heroína o a la polidroga.

Aun así, puede decirse que todos los resultados salieron según lo previsto. Asimismo, los resultados sugieren que para aquellos que consiguen abstenerse de las polidrogas, el VBRT puede proporcionarles el tratamiento óptimo de salida.

Sin embargo, existen otras intervenciones que deben ser consideradas para promocionar un estadio inicial dentro del tratamiento de la abstinencia para la población con problemas de polidrogas, como las intervenciones dirigidas a la abstinencia de cada una de las drogas, las que promueven un refuerzo de mayor magnitud, o las que trabajan ambas cosas.

La adicción a los narcóticos es un problema importante para la salud pública.

Alrededor de 2,4 millones de estadounidenses han probado la heroína, y casi un cuarto de millón han admitido haberla consumido en el último mes según una reciente encuesta nacional (U.S. Department of Health and Human Services, 1997).

El uso ilícito de narcóticos ha sido asociado al incremento de la mortalidad (Bschor & Wessel, 1983; Gronbladh, Ohlund, & Gunne, 1990) y a la conducta criminal (Kokkavi et al.. 1993).

Asimismo, la administración intravenosa de los narcóticos es una de las causas mayores en la transmisión del VIH (Centers of Disease Control, 1989; Schoenbaum et al., 1989).

Este último factor ha sido observado en drogodependientes por vía intravenosa como causante de un tercio todos los casos diagnosticados de sida (Comunity Epidemiology Work Group. 1998).