En este número de RET publicamos dos estudios amplios y exhaustivos sobre dos materias que creemos que pueden ser de interés por su contenido. El primero, sobre el tratamiento integral del trastorno bipolar y, el segundo, relacionado con el consumo de drogas entre la población joven y su consiguiente prevención.

En el artículo Tratamiento coadyuvante para el Trastorno Bipolar: Actualización de las Evidencias se describen de forma detallada 18 ensayos de psicoterapia individual y en grupo, cuidado sistemático, terapia familiar, terapia interpersonal y terapia cognitivo conductual. Las variables relevantes para el resultado incluyen: el tiempo hasta la recuperación, la recurrencia, la duración de los episodios, la severidad de los síntomas y el funcionamiento psicosocial. Su objetivo es determinar como actúa la psicoterapia, largamente recomendada como coadyuvante de la farmacoterapia en el trastorno bipolar, pues no está nada claro qué intervenciones son efectivas y para qué pacientes, en qué intervalos y para qué dominios del resultado. 

Como resultados cabe destacar: se confirma que la terapia familiar, la terapia interpersonal y el cuidado sistemático parecieron ser los más efectivos en la prevención de las recurrencias cuando se iniciaban tras un episodio agudo, mientras que la terapia cognitivo conductual y la psicoeducación en grupo parecieron ser más efectivas cuando se iniciaban durante un periodo de recuperación. Asimismo, los programas psicoeducacionales individuales y de cuidado sistemático fueron más efectivos para los síntomas maníacos que para los depresivos, mientras la terapia familiar y la terapia cognitivo conductual fueron más efectivas para los síntomas depresivos que para los maníacos. Además, en pacientes con consumo de drogas asociado, un programa terapéutico cognitivo integrado de prevención de recaída, es clave para mantener la estabilización emocional del paciente y evitar al máximo las recidivas.